El Amor, el Perdón y Dios

La lección del dia...
No, no es cátedra religiosa, es solo una historia... que necesita contexto!

Bien, despues de leer semejante introducción, uno se imaginaría... (bueno, yo lo haría)

Caramba! Que le hicieron a esta mujer hoy para que se traumara tanto...

Pues bueno, antes de entrar en hechos de la vida real, empezare por contar una historia, sabran disculparme, no es que la recuerde bien, no es que sepa contar historias, pero tengo que sentar un precedente para que me entiendan...

Pos bueno, veamos...

Cuenta la historia que habia un curita en un pueblo que tenia mucha, pero mucha fé...
Un dia mientras habia una enorme tormenta, el pueblo empezo a inundarse, la gente tomaba lo que podia y salía en sus autos en busca de un lugar seguro...

Cuando pasaban por la iglesia y veian al padrecito tranquilo orando le decian:
- Padre, venga vamonos! El pueblo se va a inundar...

Y el padrecito respondia:
- Hijos mios, tranquilos... Dios me va a Salvar!!

Pasadas una horas cuando ya el pueblo se encontrada inundado, paso una balsa. La gente se acerco al padre y le decian:

- Padre, venga vamonos! No se quede aqui, que se va a ahogar!

Y el padrecito respondia:
- Hijos mios, tranquilos... Dios me va a Salvar!!

El pueblo continuo hundiendose, a las pocas horas, pasó un grupo de personas en un yate y volvio a ofrecerle al sacerdote sacarlo del pueblo a lo que el respondio:

- Hijos mios, tranquilos... Dios me va a Salvar!!

Pasado un dia completo, el pueblo era inhabitable, el cura se encontraba ya en el techo de su iglesia. Un avión de rescate pasó cerca de alli:

- Padre! Por fín lo encontramos, por favor venga con nosotros...

Y el padrecito respondió:
- Hijos mios, tranquilos... Dios me va a Salvar!!

Finalmente, como era de esperarse el Padrecito se ahogó...

Al llegar al cielo, encuentra Dios y le pregunta:

- Dios, por que me dejaste morir? Yo tenía fé en ti, en que me ibas a salvar y no lo hiciste!

y Dios le respondió:

- Hijo Mio, te envie un auto, una balsa, un yate y un helicoptero... y tu no quisiste salvarte!

(Unos segundos de catarsis...)

Pos bien!, sonará a chiste, pero no lo es... la verdad no recuerdo donde lo leí, cabe decir que mia no es la historia, pero bueno y a que viene eso...

Es simple...

Hoy agregue a mi colección de dudas una más, que aunque pienso haberla visto muchas veces, hoy me afecto mucho, por haberle ocurrido a alquien que quiero demasiado...

La pregunta: "Que estas dispuesto a sacrificar, por perdonar a quien amas?"

Dura!, dura y difícil...

Pues bien, no hablaremos de detalles...

Se ha cometido una falta y no cualquier falta...

Cuando uno decide perdonar, si es uno de ese tipo de personas que de verdad cree mucho en Dios. Piensa y pide, que por favor, Dios no le deje cometer un error.

Finalmente, cuando toma la decisión de perdonar, se dice a si mismo, pues hombre, si Dios me lo permite, Dios quiere que yo lo haga... el no me permitiría hacer algo que me dañara, por que yo se lo he pedido con todo mi corazón...

La fé, sentir fé... muy loable... lo que se encierra aqui, uno de los mayores misterios "La Voluntad de Dios"... pues hombre si!... pero es que cuando uno piensa en quien es Dios, no puede olvidar varios contextos, por ejemplo la "Libertad"... parecen contradictorios, si lo sé, no es el objetivo de este blog una discución teológica... a lo que voy, con tanta palabrería es a lo siguiente...

Dios nos permite perdonar, pero tambien nos da conocimiento para saber y tener el dicernimiento acerca de que cosas perdonamos para retomar el camino y tambien que cosas perdonamos para dar por terminada una historia...

Dios también te da el conocimiento que te proporciona el dolor, por que si estas en el plan de perdonar es por que conoces una verdad, que aunque hubieras preferido no saber... ya ni modo!...

Entonces, finalmente, El te ayuda, claro que lo hace, lo hace para ambas cosas, para darte la fuerza de perdonar y continuar con toda la fuerza que necesitas y tambien para ayudarte a tener la conciencia de saber, que es lo que estas perdonando...

(Caramba, vieran lo difícil que es hablar en clave...)

Bueno, finalmente la conclusión de eso esta en "La Libertad"... quien decide perdonar despues de conocer una verdad que le ha lastimado y aun mas, quien en el amor decide que ese perdón significa mas que olvidarlo de corazón y retormar la vida por caminos distintos y se lanzá a la aventura de volverlo a intentar... pues, en realidad lo que hace es... tomar una decisión, usar su "Libertad"... una libertad que es un regalo de Dios y que usamos a nuestro favor o en nuestra contra, pero finalmente... la decisión, es nuestra.

Bajo todo ese análisis tan espiritual no se si se entendió lo que quice decir...

Yo solo puedo terminar con lo mismo que dijé hoy mientras daba un consejo...

"Finalmente quien decidío ahogarse... fue el padrecito..."

Y si esa moraleja no les gustó, les tengo una que me enseñaron por ahí:
"Jesus dijo sed mansos, no mensos!"

1 comentarios:

el que siempre escucha dijo...

Alguna vez yo casi fui el padrecito de la historia... una niña muy linda, creo que mi primera novia 90-60-90, pero también la que más me enseñó que las mentiras te pueden destruir. A ella le debo la frase "una mentira es como un mal vino, al principio parece inofensivamente dulce, pero luego sabrás lo que es malestar".

No pasaron ni siquiera tres meses de noviazgo para que yo descubriera que el 80% de lo que sabía de esa persona era mentira.

Confundido fuí donde un sacerdote amigo para exponerle mi problema; en medio de la charla salió el tema del perdón y yo expuse mi punto con cita bíblica y todo, a lo que mi amigo sacerdote respondió, algo que en ese momento no entendí muy bien: "el perdón cristinano no es un perdón amnésico".

El consejo no me sirvió de mucho, porque mantuve la relación durante otros 10 meses más, en los que el nivel de mentiras en lugar de disminuir aumentó, el nivel de tristeza aumentó, el nivel de angustia aumentó, y ¿sabes algo?, aún sabiéndolo, ¡yo seguía enamorado!.

Solo fue cuando ya estaba en una gran encrucijada, con mi orgullo por el piso y mi confianza y amor totalmente traicionados, que decidí terminar esa relación, y para tomar esa decisión requerí de ayuda externa para lograrlo... no fue nada fácil, lo aseguro.

Pero al terminar ese noviazgo, entendí lo que el sacerdote me había querido decir: claro que sí podía perdonar en el más puro sentimiento cristiano a esa mujer que tanto daño me hacía, pero lo que no podía hacer era olvidar que ella necesitaba sanar su corazón antes de cualquier otra cosa, y al no tener esto presente, la enfermedad que ella tenía enfermaba mí corazón, quitándole todo lo lindo y bello que uno puede esperar de un noviagzo.

Me siento afortunado de que no acabé como en el cuento del padrecito, porque del helicóptero alguien me lanzó una cuerda, se negó a dejarme solo y a rastras me sacó de allí.

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