Quien aún es azul...

Acabo de despertar con la imperiosa necesidad de escribir de tí. Creo que se debe a la alta dosis de horas soñando con el universo paralelo donde no elegiste demasiado pronto el resto de tu vida.

Ella también estaba ahí, en mi sueño, pero a diferencia de la realidad, en el lo hacias todo para intentar sacarme de mi habitual convencimiento de que nadie podría quererme, o que al menos tu si.

Entonces, abrí los ojos y decidí escribir sobre la realidad o fantasía que despertó en mi imaginación una tarde mirando un atardecer, cuando entendí entre palabras que todo hubiese podido ser diferente de haber llegado antes, pero había poco que hacer sin saber que existías.

Qué ironía, de alguna manera, no saber lo suficiente de ti y saber las cosas que se de ti, te convierte en el único principe azul que conozco, en mis ideas, claro está, de un principe azul.

Te conocí por azar en un momento donde me distraía facilmente con todo a mi alrededor, cuando la dulzura y caballerosidad tan natural en tí, se disipaban en la ahora tonta idea de no poder alterar el camino y decisiones de alguien. Quien soy ahora habría creado su propio destino, y habría intentado cambiar el tuyo.

Confieso que siempre pensé que tus decisiones en el amor eran equivocadas, pero ¿que podría yo haberte ofrecido? Solo podía pensar así en ese entonces, en como cambiar todo lo que ella te ofrecía, a cambio de alguien sin encanto, seguridad o magia, solo yo.

Creo que no tener la oportunidad de intentar cambió mi vida para siempre, ¿de que vale quedarse toda la vida ahí pensando en todo lo que no tienes? Pues bien, eso fue cambiando y me hizo a hoy una persona diferente. Lo que no deja de cambiar es el pensar tomaste una decisión equivocada, pero que finalmente es la decisión más correcta que podías tomar.

Recuerdo cuando pensabas que siempre debias ser un anónimo, ahora que lo olvidaste estoy destinada a ver tu vida a su lado, y a desear cada vez que ojalá nunca hubieras dejado de sentir ese miedo que creia infantil, de mostrarle al mundo tu tristeza o alegría, y así me evitaría yo reconocer que también yo tomé la mala decisión de no hacer nada al respecto.

Esta mañana busque cada uno de tus correos, hubiese deseado que fueran antes de todo y no tan tardíos como aquel atardecer. Quisiera haber tenido la capacidad de notarlo antes, ahora solo me quedan las evidencias de mis equivocaciones.

Hace un año y 10 días recibí tu último correo, de esos que despiertan la gárgola que tengo por alma y que me me hacen pensar que alguien al menos recuerda lo que sentía por mi, y anoche entre mis multiples distracciones trantando de desconcentrar la mente, el sueño te trajo de vuelta, te hizo tan real que hubiese querído no despertar y que tantos años de evadir mi sincera respuesta a tus dulces palabras, solo termine convirtiéndote en uno de los post que inspirará los matices de los principes azules,...

Yo no sé si los sueños son deseos, o ideas pendientes de tu mente, si eso te mantiene azul o vivo, quedate ahí, en el recuerdo... donde nada pueda cambiarte, eso a mí me mantiene viva.

Burbuja.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Conmovedor. Al final, como dice Borges, cada quien debería plantar su propio jardín.

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