Mi cuerpo desnudo, reposaba envuelto en una sabana color rosa… descubriendo mi torso, mi rostro apoyado sobre la almohada…y las plantas de mis pies…
Una luz tenue entraba por la puerta y acariciaba dulcemente mi cabello…La habitación olía a rosas, a rosas blancas…
Y un cierto espacio en la oscuridad olía a ángel… el espacio que ocupabas en lo oscuro… solo observándome….
¿Me pregunte que pensabas mientras me observabas…?... No tarde mucho en descubrir aquello…
Dulce y suavemente te acercaste a mi, tu sola cercanía estremeció mi cuerpo dormido… y comencé a sentir tus manos… tus manos sobre mi piel desnuda, sobre el camino que delineaba mi cabello derramado sobre mi espalda… tus frágiles caricias, buscaban un hálito de vida entre mis sueños...
Y como no encontrarlo… al posar tus labios suaves, húmedos y tibios sobre mi cuello… y sentir las yemas de tus dedos en mi espalda, recorriendo mi cintura dócil y lánguidamente… viajando hacia mi vientre…
Mi cabello envolvía tu rostro…y tu boca buscaba mansamente mis labios… recorriendo las fronteras de mi sien, mis parpados aun cerrados, mis mejillas… deteniéndote al costado de mi boca, como quien encuentra de improvisto un torrente de miel tibia…Entre tanto tus manos no se detenían… buscaban con mesura los bordes del suave lienzo color rosa…buscabas como quien quiere conocer lo profundo… deshojando una rosa, pétalo a pétalo…
Y encontraste mi piel… mi piel tibia, que se estremecía… Que te esperaba… y deseaba…
Luego sentí tu cuerpo sobre mi cama, haciendo la veces de aquella sabana que ya no me cubría… y con tus manos… alejaste el cabello en mi rostro y susurraste en mi oído… tomando mi cintura con la fuerza suficiente para desvanecer mi voluntad y vencer mi cuerpo, descubierto y frente a ti…
Tus manos se deslizaron desenfrenadamente hasta mis brazos, y tus palmas en las palmas de mi manos, hablaron por ti… como diciendo… “Eres mía…”
Desee sentir tu cuerpo apoyado sobre mi piel…
Primero llegaron tus labios, tu boca que desprendía fuego… y tibieza…
Tu lengua húmeda en mi boca deslizándose hasta mi cuello… dejándose llevar luego a mi oído… donde pude sentir tu respiración profunda y agitada… y tus susurros llenos de deseo… que propinaban a mi cuerpo espasmos de temblor y escalofrió… que solo contenían tus manos… precipitándose dulcemente en mi espalda, rodeando mi cuerpo… mi cadera… regresando a mi vientre, por encima de mis muslos y encontrándose con tu boca… esta vez en el monte de mi pecho…Que te esperaba tenso, enseñándote todo su deseo en la cúspide de mis senos… que lamías y mordías dulcemente… haciendo gemir mi aliento, que emanaba un placer exuberante…
Deseaba sentir…. Sentir tu piel mojada en tu sudor… te lo decía con mi manos, que enterraban en tu espalda las yemas de mi dedos… mientras tu boca jugaba en los valles que cercaban mis senos… y tus manos encendidas de pasión… tomaban mi cadera y unían mi sexo a tu sexo aun cubierto… haciéndome sentir todo tu deseo… la fortaleza de tu éxtasis mas que enardecido…Apoyado en tu vientre en mi vientre… el tiempo se hacia eterno, como si de vientre a vientre volaran las mariposas y el fuego…
Mi cuerpo solo quería deshacer todas tus fronteras y dejar que tu cuerpo tomara mi éxtasis y lo hiciera eterno…
Alejando tu cuerpo de mi cuerpo, desnude tu sexo… observe tu cuerpo, tu éxtasis y todo tu deseo… desee tenerte solo para mi… conocer el olor y sabor de tu piel… y deje que la humedad de mi boca pretendiera apagar tu vigorosa pasión… consiguiendo solo hacerla mas intensa y mas alto mi deseo… al sentir tu ojos en mi y tus manos en mi cabello… pretendiendo que no me alejase nunca… igual que lo decían mis manos apoyadas en tu cadera…Intentando detener la explosión de tu cuerpo buscaste de rodillas mi boca y bebiste tu sabor desde mis labios…. Y una vez mas aprisionaste mi pecho en tu pecho y rodeaste mi cintura con un abrazo fuerte… y haciéndome de nuevo ceder a tu voluntad, dejaste que mi cuerpo reposara sobre mi lecho… y retomaste tu camino hacia mi vientre, recorriendo el sendero entre mis senos como llevado por la corriente de sudor que derrochaba mi piel… desembocando en mi vientre y de mi vientre en mi sexo, donde te esperaba todo mi placer y mi humedad que se esparcía en tu boca y en tus manos que buscaban mi éxtasis pleno… deteniéndose y acelerando su búsqueda… encontrando mi oscuridad y mi tibieza… apoderándose de mi éxtasis… mientras mis dedos se paseaban en tus cabellos… en tu cuello y tu espalda… en tu rostro y mi propio cuerpo, enajenado ante tu avidez… dejándome a punto del clímax… me diste a beber mi sabor desde tu boca… mientras preparabas mi cuerpo… en la posición adecuada para culminar nuestro encuentro…
De rodillas a mi, me tendiste sobre la cama… tomaste mi cadera y la apoyaste sobre tus piernas, viéndome toda y teniéndome toda, alcanzando mis senos, mientras sostenía mi cuerpo tomándote por los brazos… sentí tu carne en mi interior, tu sexo llenándome en lo profundo, mientras te estremecías y mi cuerpo te pedía no detenerte, llenarme toda… y no alejarte…
Tus caderas se inclinaban con fuerza hacia mi cuerpo con ese vaivén que me llevaba del cielo a la tierra, cada vez con más fuerza, cada vez más vertiginoso… sin detenerte… dejándote caer sobre mi vientre, tomando mi cintura, besando mis senos, apretando mi cadera… hurgando en mi con tus manos…levantándome hasta llevarme a tu pecho… dejando a mi cuerpo caer en tu cuerpo para sentirte en mi… caíste sobre el lecho… apoye mis manos en tu pecho… dejando las marcas de mi placer… mi sexo en tu sexo… mi olor en ti… mi humedad en ti… mientras tus manos me enseñaban el ritmo que deseabas que siguiera, una y otra vez tu dentro de mi… cada vez mas acelerado, deseando demostrarme el volcán de tu esencia… mi cuerpo se estremece y tiembla… y siento en tu pecho el éxtasis y tu corazón acelerado, tu respiración agitada… mi respiración hecha un gemido… con tus manos me aprisionaste fuertemente… atrayendo mi cintura a ti… mis senos erguidos a tu boca, para detener tu gemido de éxtasis… sin dejar de guiarme con tus manos…mientras mi cabello caía en tu rostro… y cerrando mis ojos me acercaba a tu oído…
“Hazme tuya…”, “Quiero sentir tu humedad dentro de mi…”… un suspiro agitado, un te quiero de éxtasis… y al momento tu semen dentro de mi y tu abrazo fuerte en mi cuerpo deteniéndolo todo en un solo instante, haciéndome olvidar que el mundo existe… al escuchar tu gemir y tu placer… solo vos en mi… solo yo para ti…Solo tu corazón descansando en el mío, solo mi alma… entregada a la tuya… uno solo… temblando en la oscuridad de la habitación, dejando pasar el ímpetu y la agonía de la entrega…
Tu respiración cae como mi cuerpo en tu pecho… tus manos aun abrazadas a mi espalda, siguen sin dejarme separar de tu piel… mi ojos se cierran igual que al hallarme dormida… haciendo tu piel mi lecho…. Dejando en un susurro un te quiero… queriendo esta vez que el mundo deje de existir y quedarme allí para siempre…….
Al abrir mis ojos, veo la sabana, la sabana rosa envuelta en mi cuerpo, y como quien desea morir abrazo mi almohada,…
¿Cómo pudo ser un sueño?
De pronto tu abrazo me lleva a tu pecho y siento que la vida vuelve a mi alma…. Miro a tus ojos…
Dices: ¿Qué pasa?
Toco tus labios, todo tu rostro… estas tan cerca “Mi ángel”, no eres un sueño… eres todo lo que esperaba… me quedo ahí refugiada en tu pecho… abrazada a tu alma… mientras me miras… con tus ojos llenos de amor… de encanto… produciéndome de nuevo esa sensación y deseo de ser y sentirse dueña de tu vida… y queriendo que nuestras vidas se detengan en el beso que me das…. Por siempre….
Angel
- Abril de 2005